Todos los viñedos que tiene en propiedad Casar de Burbia se posicionan en el entorno de la montaña de Valtuille de Arriba, junto al Camino de Santiago. Contamos con 26 hectáreas de viña de montaña, que trabajamos siempre manualmente en función de la edafología del terreno. Las viñas se han reconvertido a ecológico, y los tratamientos en éstas se han reducido al máximo en los últimos años. Las características generales de nuestro viñedo responden a una tipología en función de su situación con respecto a las pendientes de la montaña (15-35%) en que se encuentran.
ZONAS BAJAS: la altitud media ronda los 565 m.s.n.m. Lo más característico de esta parte del viñedo en la mayor presencia de arcillas por su acumulación en el fondo de la ladera, es decir en las partes bajas del valle. Aquí los suelos son más ricos en materia orgánica, por este motivo las viñas allí presentes fueron plantadas en espaldera y con un marco de plantación más denso, para que las plantas compitan naturalmente entre si y equilibren su vigor. Los viñedos que crecen en estos suelos producen vinos más redondos, de gran intensidad, francos y con una soberbia carga frutal y floral.
LA SOSTENIBILIDAD,
ES ESENCIAL
ZONAS MEDIAS: A 600 metros de altitud, los suelos aquí están dominados por arcillas y piedras de tamaño medio. Es significativo que aquí, en las zonas medias, las uvas maduren entre 20 y 25 días más tarde que en las zonas bajas, y eso a pesar de que la diferencia de altitud no está tan marcada. Esta ampliación en el tiempo nos permite acceder a una maduración lenta y constante con todos los beneficios que de ahí se derivan. De estas cepas nacen tintos como Hombros, ya que estos terrenos aportan más complejidad a los vinos, resultando ricos en matices. El viñedo en estas pendientes está plantado en vaso, en el marco histórico de plantación de la comarca, 1,5 x 1,5 metros, conocido en viticultura como Marco Real.
ZONAS ALTAS: Son los viñedos más valorados de la Denominación de Origen Bierzo. A las
zonas altas en Bierzo se las conoce como tebaidas, nombre que también utilizamos para identificar los vinos
que provienen de estas viñas. Estas tebaidas se componen de piedras de gran tamaño. Las pizarras y los
cuarzos conforman los suelos más antiguos de Valtuille y exhiben vinos más largos y minerales. La vendimia
de estas parcelas suele retrasarse unos 40 días con respecto a las zonas bajas del valle. Curiosamente la
floración aquí es más temprana que en las zonas medias y bajas. Así que el ciclo es notablemente más largo
en estas altitudes a pesar de contar con las mismas variedades que en el resto de zonas.
La explicación a
este fenómeno la encontramos en la exposición de estas viñas a los vientos atlánticos del oeste que en esta
zona refrescan el entorno. Estos vientos y la complejidad de los suelos hacen de estos parajes el auténtico
motor cualitativo de la comarca del Bierzo.
NUESTROS
PAGOS
Aunque poseemos cerca de 252 parcelas, existen seis Viñas que sobresalen del resto y son especialmente importantes para nuestra familia. Todas estas viñas, al estar en montaña tienen partes altas, medias y bajas, un concepto fundamental a la hora de entender Casar de Burbia.
Esta viña es el origen de todo, pues marcó y de qué manera el rumbo que esta pequeña bodega familiar quería para su proyecto. Se trata de una viña plantada en 1903 y que la primera generación de Casar de Burbia, de la mano de su fundador Nemesio Fernández Bruña se encargó de traerla de nuevo a la vida vitícola. Es una parcela de dos hectáreas y media de viñas viejas de mencía plantadas en vaso. Esta viña la conocemos como la viña tranquila. Aquí enmudeces al amanecer, pues lo que allí se ve es sobrecogedor. Su Zona Alta apenas cuenta con media hectárea. Esta parte, se vinifica por separado para dar forma a nuestro Tebaida 5, un vino icónico para nosotros.
Si tuviéramos que buscar una palabra para definirla diríamos equilibrio. Aunque la conocemos como la viña fea, destaca por ser constante a la hora de dar calidad. Nunca nos da sobresaltos, es como si estuviera predestinada a dar calidad a pesar de las inclemencias del año. Se trata de una viña vieja de más de 70 años de edad, y que cuenta con el vigor justo. En sus 0,4 hectáreas de zona alta nacen las uvas que formaran nuestro segundo tebaida, Nemesio. En 1998 reinjertamos un 10% de palomino a mencía. Al igual que viña Sapita posee una orientación este, hacia el amanecer. Su parte más alta es atravesada a lo largo del año por infinidad de peregrinos en su ruta hacia Santiago de Compostela.
La tortuosa, en tanto que nos pide atención constante para que nos dé lo mejor de si. La viña, plantada en vaso, se encuentra al sur de Valdepiñeiro, en una solana con suelos muy pobres. En su parte alta se encuentra al límite de cultivo, lo que nos ha obligado a regenerar sus bajas en más de una ocasión. Se trata de una viña como las de antes, pues en ella hemos mantenido todo su ecosistema natural, rodeada de pinos cerezos y encinos. Es una viña muy viva. En su parte baja contamos además con el arroyo de Valdaiga que forma un serpenteante hábitat de ribera, enriqueciendo la microbiología y su ecosistema.
Se trata de una viña de cinco hectáreas y media ubicada en un pequeño valle que va de este a oeste, con el fondo de valle en el centro y atravesada por el arroyo de Valdaiga. Las partes altas están cultivadas en vaso y la zona baja en espaldera para favorecer la competencia en la zona con más materia orgánica. Posee una orientación oeste (atardecer) y la presencia de godellos y mencías bajo el mismo paraje hace que en la primavera y el otoño parezca una acuarela con amarillos en su franja este, y verdes y rojos es su parte opuesta, donde descansa la mencía. La entrada a esta finca se hace por un duro cerro del camino de Santiago de Compostela que hace que los peregrinos paren a tomar un descanso y descubran uno de los puntos pintorescos del Camino de Santiago a su paso por la comarca. Es una finca con una rica diversidad que se trabaja bien y que nos permite vendimiar escalonadamente.
Se trata de la viña bonita, 2 hectáreas de mencías en vaso del cual no tenemos registro de plantación, pero que debe rondar los cien años. Todo en ella es un espectáculo. Es un lugar mágico y el trabajo aquí es muy agradecido, pues la viña misma se autorregula, siempre y cuando sepamos leer sus necesidades de vegetación y poda. Las 0,3 hectáreas de su parte alta son responsables de nuestro vino El Castañal. Su parte baja y sur linda también con el Camino de Santiago y está rodeada de la flora autóctona de la comarca del Bierzo.
8 hectáreas de viñedo en espaldera que contienen mencías en las partes medias y bajas y godellos en las partes altas. La viña se encuentra entre dos cerros, lo que nos deja dos partes altas muy valoradas por nosotros, donde extraemos un godello de libro. Las partes más altas, en torno a 850 metros de altitud, están en el límite de cultivo de la comarca, pero ofrecen gran calidad y singularidad. Es una de las viñas más altas de Valtuille de Arriba y desde lo alto se controla con la vista todo el Bierzo Bajo, el castro romano de Castroventosa, las minas romanas de las médulas, así como las montañas de la Tebaida berciana.